Aprovechando que MAREAS DE PASIÓN transcurre en su gran mayoría en un imaginario lugar llamado San Carlos del Far y aunque sabemos que en el mediterraneo no existen las mareas, nos dejaremos arrastrar por una imaginaria marea que impulsara nuestra nave y nos permitimos utilizar una expresión tan marinera como "singladura", para expresar que nuestro proyecto ya partió de buen puerto y surca los mares en busca de su anhelado destino.
Estamos finalizando aspectos de la producción como la contratación de las actrices y actores, la planificación de aspectos creativos y técnicos y la búsqueda de cada una de las localizaciones donde grabaremos las escenas que componen MAREAS DE PASIÓN. Nos gustaría compartir con todos vosotros unas breves pinceladas de proyecto, una serie dramático-erótica que nos introducirá en un producto audiovisual compuesto por diferentes capítulos unidos por una linea argumental sólida que desarrolla personajes y situaciones congruentes destinadas a lograr un clima erótico.
La familia Beltrán es una acaudalada y ambiciosa saga que con sus planes de expansión pondrán en peligro el precioso y frágil equilibrio que rodea a un pequeño pueblo pesquero.
La acción comienza con la muerte del patriarca, Arturo Beltrán. En ese momento toda su familia comienza a desplegar todas sus ardides alrededor del legado de los Beltrán.
Elena (la viuda) no duda en utilizar su carácter y sus encantos para lograr sus objetivos.
Carla (la hija) realiza su vida al margen de la familia
Hector (el hijo) aprovecha su posición para vivir una vida de desenfreno.
Alberto un joven que abandonó el pueblo para estudiar fuera, regresa para rendir honores a Arturo Beltrán, admirado y detestado por él a partes iguales. En su vuelta nace una relación con Carla, la hija de Arturo.
Esther y Nidia con su taberna, Marta la sirvienta de la Casa Beltrán, Leopoldo el alcalde, su mujer y Ángel un misterioso personaje proveniente de tierras americanas, así como un sinfín de personajes que se irán incorporando a medida que transcurra la acción, configuran un pequeño universo de ambición y lujuria.
